Vicente Fox: la herencia antidemocrática del líder que enarboló la alternancia.


4EL LECTOR ESCRIBE: Nos honra que nuestros lectores colaboren en nuestra revista aportando sus propios análisis. En este caso, un joven estudiante aborda desde su propia perspectiva la figura del ex presidente mexicano Vicente Fox.

 

 

Cristian Márquez Romo

 

Independientemente de la postura que se pueda tener al respecto en términos ideológicos, cualquiera que haya seguido el proceso electoral durante el plebiscito o la asamblea nacional constituyente en Venezuela, pudo percatarse del papel que jugó el ex presidente Vicente Fox en los medios de comunicación a nivel nacional e internacional.Desde un inicio se reunió con opositores del gobierno y aseguró estar «dispuesto a dar la batalla para correr a Maduro»[1], haciendo al mismo tiempo un llamado a la comunidad internacional y a organismos interamericanos a «no aflojar»[2] con Venezuela, anunciando su intención de viajar al país para «reforzar»[3] a la oposición. Asimismo, formó parte de un grupo de ex presidentes que viajaron al país para fungir como observadores del plebiscito –Jorge Quiroga de Bolivia, Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez de Costa Rica, y Andrés Pastrana, de Colombia–.

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Vicente Fox. Fuente: Wikimedia Commons

No obstante, antes de viajar a Caracas los ex presidentes tuvieron una reunión en la cual Vicente Fox aprovechó para hacer unas declaraciones sumamente cuestionables haciendo alusión a su país. Cuestionables, como he dicho, más allá de las preferencias partidistas e ideológicas que pueda tener cada individuo, así como de su postura a favor o en contra del proyecto de López Obrador. Al final, guste o no, Fox es alguien que proyecta a México a nivel internacional. Por tanto, al haber ocupado el cargo de jefe de Estado representa por lo menos simbólicamente al país, pero tiene la capacidad para generar opinión pública y persuadir a determinados sectores. Además, como ex presidente Fox vive de recursos que al menos en teoría hemos decidido pagar todos los mexicanos, no sólo lo que simpatizan con él, por lo que no debería parecer descabellado plantear que este financiamiento no otorga necesariamente un cheque en blanco para hacer y decir cualquier cosa, portando al mismo tiempo el prestigio que implica ser «ex presidente de México».

Así, al intervenir en la reunión en la cual se buscaba discutir salidas para la grave crisis con miras restituir la división de poderes y la democracia en Venezuela, las declaraciones de Fox no pudieron ser más incongruentes. Por un lado, insinuar que tiene «mañas» para asegurarse de que un político no llegue a la presidencia[4], porque no es de su agrado, arroja muchas lecturas. Primero que nada, envía el mensaje en un espacio mediático de gran calado de que en México hay quienes están por encima de las instituciones democráticas. Pero al mismo tiempo, no hace más que darle argumentos al mismo López Obrador y a quienes simpatizan con él, atizando la confrontación entre ambos sectores y anticipándose a 2018: quienes apoyan a Fox radicalizan su postura al creer pertinente impedir a través de cualquier medio que un individuo llegue a la presidencia, independientemente del resultado electoral, así como quienes consideran que el principal problema de México es que hay una oligarquía –una «mafia del poder»–, que controla las instituciones y tiene la última palabra.

Por consiguiente, si bien hay quien podría argumentar que como un ciudadano más el ex presidente Fox es libre de hacer y decir lo que quiera, esta afirmación puede resultar engañosa. Es engañosa no solamente porque, como se ha dicho, los ex presidentes cuentan con recursos públicos y privilegios que no tiene la ciudadanía en general, por un lado, sino porque además la ex presidencia es una institución que implica una gran responsabilidad y prestigio, algo fundamental a tener en cuenta por cualquier individuo aspire a ocupar el cargo. De ahí que, como afirma Alcántara (2012: 127)[5], creer que la salida de la política –en este caso la vida post presidencial de Fox– no es una continuación de la carrera política de cualquier individuo, representa un error. De ahí que, al formar parte de la misma, representa además un elemento fundamental en términos de la transparencia y de rendición de cuentas exigible a cualquier sistema político democrático.

Ahora, sin lugar a dudas el hecho de que un ex presidente afirme que tiene la capacidad para a partir de «mañas» asegurarse de que un ciudadano no llegue al poder, independientemente de que así se decida en las urnas, abona al descrédito de la ya desacreditada democracia mexicana. Si a eso se le suma el hecho de que, como apunta Mauricio Merino o José Woldenberg, la transición mexicana fue producto de la apertura progresiva del sistema de representación política –que derivó en un régimen de partido hegemónico a un régimen plural de partidos, hoy agotado–, es aún más grave. Finalmente, el hecho de que esto lo diga el individuo que ocupó la jefatura del Estado en un momento clave como fue la alternancia en el año 2000, después de un largo proceso de transición a la democracia, resulta a todas luces impresentable.

Las afirmaciones de Fox arrojan a nivel nacional e internacional un diagnóstico de la naturaleza de las instituciones políticas mexicanas y la salud de la transición a la democracia en México. Pero, además, retratan una cultura política antidemocrática promovida por las más altas esferas del poder. De ahí que, pensando en que hay quienes con todo derecho confían en Vicente Fox cuando dice que sus «mañas» son «democráticas» –como él mismo ha señalado–, hay quienes igualmente tienen derecho a por lo menos ponerlo en duda, por un lado, así como quienes desconfían a priori del ex presidente.

Sería alentador escuchar argumentos fundados por parte de los primeros. Lamentablemente, en los hechos y no en los discursos, Fox no ha hecho más que darles argumentos a los segundos y a los terceros. A los segundos, por lo menos a partir de su estrategia de actuar como «candil de la calle y oscuridad de su casa»: el silencio permanente de Fox ante Ayotzinapa, la casa blanca, los asesinatos de periodistas –y un largo etcétera–, hacen poco creíble su pujante empatía hacia Venezuela. Y si bien Arturo Sarukhán[6] lleva razón cuando dice que señalar lo que sucede a nivel internacional no implica necesariamente pasar por alto, o tratar de maquillar los muchos retos y rezagos que enfrenta México, es innegable que hay actores políticos en México y en el mundo que utilizan la crisis de Venezuela como estrategia política. Por tanto, lleva igualmente razón Enrique Toussaint[7] cuando dice que si bien el régimen de Maduro es indefendible, los venezolanos merecen un interés genuino y no calenturas político-electorales.

IV Informe de Gobierno
Vicente Fox. Fuente: Wikimedia Commons

Lamentablemente para los terceros –es decir, quien desconfían a priori de la buena voluntad de Fox y sus «mañas democráticas», como la periodista que en el evento preguntó si sus mañas ubicaban al margen de la ley–, tienen razones de peso para hacerlo. En un interesante artículo que lleva por título La irracionalidad del ejercicio del poder. Vicente Fox y el desafuero del ex jefe de Gobierno del DF, Bourges Espinosa[8] analiza la entrevista que le hizo Adela Micha al ex presidente Fox en 2016. En ésta, si bien la confesión no hizo mucho eco en los medios de comunicación a pesar de su importancia, Fox reconoció explícitamente que el proceso de desafuero en contra de López Obrador tuvo en el fondo el objetivo de que no lograra presentarse a las elecciones de 2006.

Cuando la entrevistadora preguntó: «¿En qué la regó?», Fox respondió que en el proceso de desafuero, dado que: «Al fin iba a perder, como perdió, con desafuero o sin desafuero». Así, el líder que enarboló la alternancia en México, «utilizó a la Procuraduría (fiscalía) General de la República para someter a investigación a un funcionario, a fin de que se ejerciera acción penal en su contra, e indujo el voto del poder Legislativo para retirar el fuero». Además, hizo uso político de la justicia a través del ex presidente del Tribunal Superior de Justicia de México, Mariano Azuela, quien reconoció haberse reunido con el presidente de la república previo a la presentación de la solicitud de desafuero. Por tanto, ello describe la «confirmación de un quiebre total de la separación de poderes: el Ejecutivo, con la anuencia del Judicial, instruye al Legislativo a retirar el fuero a un funcionario para evitar que llegara a ganar la presidencia de la República».

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Pancarta en contra del desafuero. Fuente: Wikimedia Commons

 

Las declaraciones de Fox en dicha entrevista hacen recordar la escena difundida por los medios de comunicación en la cual un manifestante le reclama a Fox por el proceso de desafuero, al tiempo en que éste lo enfrenta diciendo: «¿Es culpa mía el desafuero? ¿Tú crees que yo controlo el Congreso y el Poder Judicial?» Y es que en el fondo, como afirma Espinosa, no es lo mismo que una parte de la población tenga la sospecha (percepción), a que tenga la certeza de que se está haciendo uso político de la justicia por quien, en ese momento, era el presidente, y éste así lo admita: «al fin iba a perder, como perdió, con desafuero o sin desafuero», confirmando que el objetivo del procedimiento de desafuero era el uso político de la justicia y para ello el presidente en turno buscó bloquear la carrera política de un funcionario que no era de su agrado para sucederle en el cargo.

Finalmente, tanto las declaraciones realizadas por Fox en la entrevista con Adela Micha, como durante la reunión con los ex presidentes latinoamericanos, laceran y desacreditan la lenta y costosa transición a la democracia en México. Sin embargo, al mismo tiempo son un botón de muestra para reflexionar acerca del papel que como mexicanos queremos que ocupen los ex presidentes en nuestra democracia. Si al ocupar el cargo de jefe de Estado y como líder de la primera alternancia en el Ejecutivo federal, Fox estuvo dispuesto a promover un quiebre total de la separación de poderes para frenar que alguien que no fuera de su agrado llegara a la presidencia, interrogantes como: ¿Es la utilización de la crisis venezolana otra estrategia político-electoral más? O ¿En qué medida Fox es un ejemplo sobre cómo pueden influir los presidentes y ex presidentes en las elecciones? Surgen inevitablemente con miras a los comicios de 2018.

Cristian Márquez Romo es estudiante del Máster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Salamanca, España. Licenciado en Ciencias Políticas y Gestión Pública por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Actualmente colabora con la revista científica América Latina Hoy, del Instituto de Iberoamérica.

FUENTES Y NOTAS:

[1] El Nacional. (2017, 3 de junio). Vicente Fox culpa a Delcy Rodríguez y Maduro de teñir de sangre a Venezuela. Recuperado el 14 de julio a partir de: http://www.el-nacional.com/noticias/mundo/vicente-fox-culpa-delcy-rodriguez-maduro-tenir-sangre-venezuela_185898

[2] El Nacional. (2017, 16 de junio). Vicente Fox pidió a comunidad internacional ‘‘no aflojar’’ con Maduro. Recuperado el 14 de julio de 2017 a partir de: http://www.el-nacional.com/noticias/mundo/vicente-fox-pidio-comunidad-internacional-aflojar-con-maduro_188147/

[3] El Financiero. (2017, 13 de julio). Fox viajará a Venezuela para ‘reforzar’ a la oposición. Recuperado el 14 de julio de 2017 a partir de: http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/fox-lanza-indirecta-a-amlo-con-viaje-a-venezuela.html

[4] Sin Embargo. (2017, 16 de junio). Me voy a encargar de que AMLO no llegue a la presidencia, dice Fox en reunión de ex mandatarios. Recuperado el 14 de julio de 2017 a partir de: http://www.sinembargo.mx/16-06-2017/3242326

[5] Alcántara, Manuel. (2012). El oficio de político. Madrid: Tecnos.

[6] Sarukhán, Arturo. (2017, 28 de junio). De candiles y pajas. El Universal. Recuperado el 2 de agosto de 2017 de: http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/articulo/arturo-sarukhan/nacion/2017/06/28/de-candiles-y-pajas#.WVPMJko2Jow.twitter

[7] Toussaint Orendain, Enrique. (2017, 25 de junio). Candil de la calle. El Informador. Recuperado el 2 de agosto de 2017 a partir de: http://www.informador.com.mx/suplementos/2017/727488/6/candil-de-la-calle.htm

[8] Bourges Espinosa, Emanuel. (2016, 30 de mayo). La irracionalidad del ejercicio del poder. Vicente Fox y el desafuero del ex jefe de Gobierno del DF. Condistintosacentos. Recuperado el 19 de julio de 2017 a partir de: http://www.condistintosacentos.com/la-irracionalidad-del-ejercicio-del-poder-vicente-fox-y-el-desafuero-del-ex-jefe-de-gobierno-del-df/

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